Nada para el camino

Este es el título de una obra que acaba sacar a la luz Vicente Palmer.
Estamos a ocho siglos del inicio de la andadura espiritual de Francisco de Asís, que, en un gesto de total desprendimiento de los bienes materiales, dejaba cuanto tenía para seguir el camino de pobreza de Cristo.
Aquella actitud concreta ante lo terreno generó un estilo de vida que hoy llamamos «Franciscanismo» y que -en su diversidad de modos de llevarlo a la práctica- pervive aún en diversas ramas monásticas.
La nueva obra Vicente Palmer plasma la trayectoria vital de ese camino de perfección, desde la desnudez total del «poverello de Asís» hasta la realidad vivencial del monasterio de Clarisas de Gandía, pasando -naturalmente- por las figuras estelares de Santa Clara o Santa Coletta,
Su clara y sencilla exposición, bien documentada y profusamente ilustrada, constituye una enjundiosa evocación, de la que cautiva ya su título: «Nada para el camino». No se podía expresar con mayor diafanidad ni con menos palabras la esencia ascética que define a nuestras monjas de Santa Clara, fundamentada en el desprendimiento total, la pobreza absoluta, la dependencia de la caridad ajena.
Y llega el libro en un momento realmente coyuntural, en vísperas de la celebración del V centenario Borja; momento oportunísimo, habida cuenta de la estrecha vinculación de la Casa y familia Borja con el monasterio de Santa Clara, cobijo de espiritualidad para la inquietud religiosa femenina.
El autor, que es un luchador nato, pertenece a esa generación de vitalistas incombustibles, capaces de sobreponerse a los años y a las circunstancias. Asiduamente le encontramos en el coso del periodismo como templado rejoneador en temas políticos y urbanos. Y nos obsequia ahora con un libro para nuestro particular camino. Hacía falta este libro; era necesario que viejas crónicas se asomasen por el balcón de la imagen y también que la imagen viniese en auxilio del rigor de viejas crónicas.